EUROPA
PRESS
25 julio
2020
El
mejor fármaco contra el envejecimiento: el ejercicio
Son innumerables las enfermedades
crónicas no transmisibles que se podrían posponer en el tiempo si simplemente
practicáramos deporte con regularidad. El ejercicio es súper importante para
nuestra salud, y no sólo física, sino también mental; y también para envejecer
de forma saludable.
Así lo defiende el doctor Ángel Durántez
Prados, doctor en Medicina, y pionero en España en la Medicina Preventiva
Proactiva y la Medicina para el Envejecimiento, durante una entrevista con Infosalus en la que recuerda que el ser humano no está
genéticamente diseñado para estar parado, para el sedentarismo.
Con motivo de la publicación 'Joven a los 100. Claves para
vivir más y mejor' (La Esfera de los Libros), el también miembro de la Sociedad
Española de Medicina del Deporte señala que el sedentarismo se vincula muy
estrechamente con patologías como la diabetes, el sobrepeso, la enfermedad
cardiovascular, problemas en el aparato locomotor, o la pérdida de masa
muscular entre otros.
Según destaca, de acuerdo con datos de la European Heart Network, España se sitúa a la cabeza de los países
europeos con más sedentarismo entre adultos, ya que más del 40% de los mayores
de 18 declara no realizar ningún tipo de actividad física durante la semana,
frente al 6% de Suecia. Unos datos bastante preocupantes, la verdad.
De hecho, el miembro de la Sociedad Española de Medicina
Antienvejecimiento y Longevidad recuerda que hay que empezar a cuidarse fundamentalmente
a partir de los 30, edad libre de enfermedad, ya que es a partir de los 40
donde pueden surgir los primeros 'achaques'. "En cierta manera, lo que
hagas de los 30 a los 40 determinará tu vejez", avanza el experto.
Durántez mantiene que de todas las
causas que inciden en la aparición y el desarrollo de las enfermedades
asociadas a la edad, todos los científicos coinciden al señalar en que el
sedentarismo es la principal. "El ejercicio físico es una de las mejores
maneras de detener o de ralentizar el deterioro físico tanto a nivel molecular
como funcional. De todas las estrategias que podemos aplicar para frenar toda
la sintomatología del envejecimiento, probablemente la actividad física sea de
las primeras", recalca el especialista en Medicina de la Educación Física
y el Deporte.
Según argumenta, la actividad física nos ayuda a mantener un
estado físico saludable; mientras que el sedentarismo nos hace más propensos a
padecer enfermedades cardiovasculares, hipertensión arterial, cáncer, diabetes
tipo II, Alzhéimer, artrosis, osteoporosis, o sarcopenia
entre otros; en definitiva, todas las enfermedades relacionadas con el proceso
de envejecimiento.
Además, el experto en Medicina Antienvejecimiento resalta
que las personas que practican ejercicio físico de manera regular tienen menos
posibilidades de padecer depresión; en cambio, las personas sedentarias tienen
entre un 20 y un 30% más de posibilidades de morir de forma prematura.
Es más, el miembro del Age Managment Medical Group avisa de que las mujeres
sedentarias se ven más afectadas por los efectos de la menopausia, y una vida
sedentaria aumenta el riesgo de padecer algunos tipos de cáncer.
Por otro lado, llama la atención sobre el hecho de que el
sedentarismo provoca ganancia de peso graso, disminución de la masa muscular,
desarrollo precoz del deterioro articular, debilidad de partes blandas como
tendones y ligamentos, contracturas musculares y dolores de espalda, desarrollo
de enfermedad cardiovascular, aumento de la tensión arterial, de lípidos en
sangre, descontrol de la glucosa, resistencia de la insulina, deterioro
cognitivo, inestabilidad emocional, o depresión entre otros.
Entre otros beneficios del deporte, Durántez
apunta a mejora de la capacidad cardiorrespiratoria, de la hipertensión, de la
dislipidemia o de la diabetes mellitus, entre otros. "El ejercicio es la
verdadera polipíldora. Está al alcance de todos, es
gratis, y no tiene efectos secundarios. ¿Qué mejor inversión podemos hacer en
nosotros mismos, en nuestra salud, que adquirir renovados hábitos de actividad
física?", advierte.
Cantidad de
ejercicio para mejorar nuestra salud
Con todo ello, el doctor Ángel Durántez
Prados señala que las recomendaciones sobre la cantidad de ejercicio
indispensable para mejorar nuestra vida y convertirla e saludable, de acuerdo
con la OMS varían en función de la edad:
·
De 5 a 17 años la actividad física consistirá en juegos,
deportes, desplazamientos, actividades recreativas, educación física, o
ejercicios programados. Siempre dentro de un contexto familiar, escolar, o en
las actividades comunitarias. El fin sería mejorar las funciones
cardiorrespiratorias y musculares, así como la salud ósea, además de reducir el
riesgo de enfermedades no transmisibles. Se recomienda que, como mínimo, este
grupo invierta 60 minutos diarios en actividades físicas de intensidad
vigorosa. Y con un añadido: más tiempo, más salud.
·
Para los adultos la actividad física a realizar consistirá
en actividades recreativas o de ocio, desplazamientos (paseos a pie o en bicicleta),
actividades ocupacionales (el trabajo), tareas domésticas, juegos, deportes, o
ejercicios programados en el contexto de las actividades diarias, familiares, y
comunitarias. El fin sería mejorar las funciones cardiorrespiratorias y
musculares, y la salud ósea, así como reducir el riesgo de enfermedades no
transmisibles y la depresión.
Habría que dedicar como mínimo 150 minutos a la semana de
práctica de actividad física aeróbica, de intensidad moderada, o bien 75
minutos de actividad física aeróbica vigorosa cada semana, o bien una
combinación equivalente de actividades moderadas y vigorosas. Con el fin de
obtener aún mayores beneficios para la salud, los adultos deberían aumentar
hasta los 300 minutos por semana la práctica de actividad física moderada
aeróbica, o bien hasta los 150 minutos semanales la actividad física intensa
aeróbica, o una combinación equivalente de ambas.
En última instancia, el doctor en Medicina remarca que, de
todos los pilares de la Medicina Preventiva para el envejecimiento saludable,
"quizá el segundo más importante sea la actividad física y el ejercicio,
sólo por detrás de una actitud positiva ante la vida, pero seguramente por
delante de la nutrición, de los suplementos, del control de los tóxicos, del
sueño o de la optimización hormonal".
A su vez, destaca que "nunca es tarde para
empezar", e incluso los beneficios del inicio de la práctica deportiva se
aprecian en nonagenarios, donde el entrenamiento de fuerza y el ejercicio en
general producen "mejoras rápidas y significativas" de la fuerza y de
la capacidad muscular.